Veracruz, Ver.

     
De un plumazo


Demonios del edén

Martes 4 de Junio del 2019

Los avisos, filtrados a columnistas, fueron premonitorios.
El hecho que el fiscal Jorge Winckler, lacayo de Miguel Ángel Yunes haya enviado a su familia a Canadá, fue el principio del fin del cogobierno forzado en Veracruz.
Algunos fariseos, movidos por el billete, intentaron minimizar la salida inminente del fiscal carnal. Fracasaron estrepitosamente.
La noche más oscura se cierne sobre la testa del ex gobernador, quien, irónicamente, fue acuchillado, en orgía romana, por Lorenzo Antonio Portilla, uno de los hombres que prohijó en el Órgano de Fiscalización Superior.
El acomodaticio auditor veracruzano, se apersonó en la Fiscalía General de la República para denunciar penalmente a su ex patrón, por irregularidades en las cuentas públicas 2017-2018, además del fraude monumental de las cámaras de videovigilancia, por un monto cifrado en los 36 mil millones de pesos.
Las denuncias interpuestas ante la FGR representan el inicio de las hostilidades, reales, jurídicas, contra un ex gobernador cuya soberbia lo llevó a nombrar al presidente más votado en la historia democrática del país, como «viejo guango», «el loco» y otras sandeces que ahora lo tienen contra la pared.
Serán días interesantes para el yunismo, corriente política que creyó poder hacer bravatas y vivir en el paraíso.
Los demonios del edén se vuelven en contra del ex gobernador.